Gif animado de internet novela escrita por mi |
Al rato de marcharse Jorge, la mujer ya estaba arrepentida de haber respondido de mala manera. Analizó desde todos los ángulos, todo lo que había pasado, desde que el hombre entró en su vivienda, pensó que cuando Jorge cayó al suelo, aquello fue extremadamente extraño.
Ella tampoco vio que su amante la pegase. ¿Como pudo pegarla sin ella haberlo visto?
Debería ir a pedirle perdón, pero después de la bofetada, y sobre todo la gran patada en sus partes, era muy violento personarse en el ambulatorio, el no querría verla y a su pesar lo entendía.
Pensó que mañana sería otro día, así que volvió al dormitorio, y ella sola intentó acabar lo que Jorge había empezado, ya sabía que no sería lo mismo, pero sería mejor que nada.
Estando en la labor, sintió una gran corriente de aire, se había abierto la ventana de golpe, no le quedó más remedio que dejar lo que estaba haciendo e ir a cerrarla.
El espíritu del difunto, disfrutaba de lo lindo, siendo tan impertinente. Aunque ahora la dejaría tranquila un rato, para saber como se lo montaba ella solita.
Nunca imaginó que Maite, hiciera esas cosas, estaba visto que no sabía de ella, nada más que lo justo, y quizás ni eso.
La mujer gemía, intentando hacer el menor ruido posible, sin saber que allí delante estaba el espíritu de su difunto mirándola.
Acabada la faena, fue a ducharse, en la ducha algún restregón en semejante parte se daba, ella no tenía la culpa de ser tan viciosa, sin duda nació de esa manera. ¿O fueron los años, que la convirtieron en una ninfómana?
El espíritu, se hacía cruces, después se acordó que de cruces nada de nada, había hecho tratos con el diablo, aunque nunca pensó ser tan malo, pero a veces las cosas dan giros inesperados.
Maite no tenía hambre, así que se acostó, dejó abierta la luz de la mesilla de noche, ya que últimamente no le agradaba la oscuridad.
-¿Desde cuando?
Desde que había enviudado
El espíritu se puso a sus pies, cuando ella durmiese la haría cosquillas en las plantas de los pies.
Y eso mismo ocurrió... Sintió cosquillas, se despertó dando patadas como loca, su difunto en su vida se lo había pasado tan bien.
-Estoy como un chavalín, con zapatos nuevos jajaja. La dejaré dormir, que me huelo que esta mañana va a ir en busca de su querindongo, me lo voy a pasar pipa con ellos ¡jajaja!
ContinuaráAutora Verónica O.M.