lunes, 27 de enero de 2014

HELIODORO 4

Precioso gif en movimiento
cuento escrito por mi

A la mañana siguiente...
Hugo recordó lo sucedido la noche anterior. Sabía ya que en la casa habitaba un fantasma, lo iba a tener crudo con él, más le valdría esconderse dónde él no lo supiese.
A su madre nada le iba a decir, era asustadiza, nunca se había percatado de ello hasta que sus padres se separaron, entonces aquel miedo se hizo más que evidente, aunque ella lo tratase de esconder a sus ojos.
Se vistió, y fue al aseo a adecentarse.
El espejo seguía empañado y sucio, parecía como si quien había escrito en él se arrepintiese y lo hubiese borrado.
-Ya te pillaré engendro, sé que has sido tú.
Cogió un trozo de papel higiénico, e intentó limpiarlo. Aunque no lo hizo del todo, el espejo quedó perdido de polvo (del papel)
-Como te resistes. ¡Ahora verás!
Se quitó la camiseta y con ella lo volvió a limpiar.
-La echaré en la cesta de la ropa sucia.
Fue a salir de aquella estancia, cuando se encontró de frente con el susodicho.
Heliodoro al verlo salió corriendo.
Autora Verónica O.M.
Continuará

martes, 14 de enero de 2014

HELIODORO 3


Simpático gif en movimiento de internet
                                               
Se dieron las buenas noches...

Hugo subió antes a su habitación. Su madre, se quedó en el salón ojeando algunas revistas que había comprado. No tenía sueño, así que decidió leer un poco antes de acostarse.

Hugo, ya tenía una idea rondándole en su cabeza pero se acostó. Pero en cuanto su madre durmiese...
Tardó largo rato en oír sus suaves pasos. Ellos se pararon en su habitación, e hizo como si durmiera. 
Depositó un beso en su mejilla izquierda y lo arropó. Y entornó un poco la puerta.

Al cabo de una hora, Hugo se levantó sigilosamente. Su madre ya estaba plácidamente dormida. Ahora era el momento para inspeccionar.
Y así lo hizo...
Miró debajo de la cama, allí no había absolutamente nada. Aunque si pelusas de no se sabía cuanto tiempo. Pensó que su madre iba a tener mucho trabajo.
Abrió el armario, y encontró una sábana mal puesta y arrugada. Empezó a pensar con rapidez. Bien podía ser el disfraz de un fantasma. Llegó a aquella conclusión, al percibir dos agujeros enormes muy bien recortados.

Descalzo bajó sigilosamente hacia la cocina. Buscó un cepillo de barrer y le quitó su correspondiente palo. Subió de nuevo, y entornó la puerta con mucha suavidad.

Puso el palo muy cerca de la cama y en el suelo. Se metió en la cama dispuesto a dormir. A él nada le espantaba (aunque si sorprendía)

Al rato ya dormía. Y entonces...
Heliodoro, se paseó por la habitación vestido con aquella sábana encima. Y no se le ocurrió otra cosa que quererlo asustar con el típico. 
-Uhhhhhhh

Hugo se despertó de inmediato, y con el palo lo atizó con ganas.
-¡Toma, fantasma tonto, cada vez que te me acerques te atizaré, así qué déjame dormir!

Heliodoro no se esperaba aquello.
-¡Niño maleducado y tramposo, a ver si ahora se me va a acabar el chollo!
Autora Verónica O.M.
Continuará


Deseo os saque una sonrisa...

jueves, 2 de enero de 2014

HELIODORO (2)


Gracioso gif en movimiento de internet
                                                     
-Vamos hijo, me ayudarás a hacer las camas.

El niño asintió. -Subieron la escalera, y se dirigieron primero a la habitación dónde la madre dormiría.
La cama, estaba en el centro de aquellas cuatro paredes y era más bien alta, dos mesitas a ambos lados completaban todo el mobiliario, el armario era empotrado y llegaba hasta el techo tenía puertas correderas.
Hicieron la cama, y una vez hecha contemplaron la habitación.
-No está nada mal. Anda hijo, vamos a hacer la tuya.

Aunque ninguno hizo mención los dos miraron hacia la ventana, dónde anteriormente habían leído aquel nombre en el cristal.
Heliodoro ¿Os acordáis?
Abrieron los ojos como platos, al darse cuenta que misteriosamente había sido borrado.

-Aquí pasa algo muy extraño. -Dijo la madre, no queriendo parecer que estaba asustada.

El niño pensó que más tarde investigaría, pero eso sería cuando su madre durmiese.

Hicieron la cama, esta más pequeña pero alta como la otra.
Debajo de la misma, alguien que quisiese esconderse lo tendría fácil.
Autora Verónica O.M.
Continuará

miércoles, 1 de enero de 2014

REPOSICIÓN DE UNA SIMPÁTICA HISTORIA: HELIODORO



Gracioso gif en movimiento de internet
                                              
Capítulo nº 1
La casa había tenido varios inquilinos, todos se habían marchado casi al principio. Algo sucedía que los ahuyentaba.
Los últimos habían llegado aquella mañana. La agencia que la había alquilado, se había encargado  del pintado y limpieza de la misma.
Al ser alquilada con mobiliario, tan solo trajeron sus enseres personales y algunos alimentos. Ellos eran: una madre  con su hijo de ocho años.
Quien les entregó las llaves, pensó que pronto saldrían como todos despavoridos. -Mis mejores deseos, si necesitan cualquier cosa llamenos por teléfono. 

-Gracias, así lo haré.

El hombre subió a su coche, un ruido ensordecedor les hirió los oídos al ponerlo en marcha.

Cuando entraron para la casa, el hombre aún volvió la cabeza.
-Como mucho, tres días les auguro. La casa tiene migas, yo ni una noche aquí dormiría. - Se le erizó el vello de solo imaginarse allí durmiendo.

Un salón enorme en la parte de abajo, la cocina, un aseo y una habitación que hacía las veces de salita. 
Pero quedaba la parte de arriba...
Al ser una enorme casa, la mujer temía que fuese demasiado fría. Hubiera preferido algo mucho más pequeño, aunque el alquiler fuera el mismo. Aquello la asombró bastante aunque nada dijo.
-Aquí viviremos muy bien. ¡Ya verás, hijo!

El niño subió la escalera de caracol para supervisar su habitación, mientras la madre se metía en la cocina para depositar los alimentos en el frigorífico que habían comprado momentos antes en el supermercado del pueblo vecino.

Dio vueltas a la estancia varias veces, y algo llamó su atención.
-¿Qué es esto?

Aquello era un nombre escrito en un cristal de la ventana.

Deletreó: H e l i o d o r o

-¿Quién será Heliodoro? -Se preguntó en voz alta.

-¿Mami ven a ver esto?

-Ya voy, hijo. -Al momento se escucharon sus pisadas subiendo.

-Mira mami, hay un nombre escrito en color rojo y parece sangre.

-No tengas miedo, seguro que es pintura de labios. -La mujer no parecía demasiado convencida de lo decía. -Bajemos a comer algo.

-Vamos. -Contestó el niño, un tanto mosqueado.

Alguien había dentro del armario, y desde una pequeña abertura de las puertas del mismo los contemplaba.
-Estos como todos saldrán huyendo jajaja. 
Autora Verónica O.M.
Continuará