Anita estaba atareada con la colada...
Deberia decirle a José que le pusiera más cuerdas para tender. Eran dos y un perro, pero había que ver la cantidad de prendas a lavar... con el agravante de que debía sacar el agua del pozo, lavar, aclarar y tender. Esto último debajo de un techado y sin puertas... para que el aire circulase a su antojo y la ropa se secase más rápido. Cosas de José.
Después entró en la casa y fué derecha al cuarto para cambiarse de ropa, se había mojado la que llevaba y no quería coger una pulmonía.
La ventana estaba semi abierta y no hizo intento de cerrarla. Debido a la orientación del cuarto sería muy raro que alguien pasara y pudiese ver algo.
Pero se equivocaba...
Don Federico la vio como se quitaba cada prenda y se puso cardíaco con lo visualizado y lo que estaba imaginando.
Os preguntaréis qué hacía por allí?
Y os diré que lo hacía de forma habitual y desde hacía un tiempo.
Y pensaba que aquella si era la mujer de sus sueños.
Autora Verónica O.M.