domingo, 28 de noviembre de 2021

Otros tiempos capítulo n°15

 Anita estaba atareada con la colada...

Deberia decirle a José que le pusiera más cuerdas para tender. Eran dos y un perro, pero había que ver la cantidad de prendas a lavar... con el agravante de que debía sacar el agua del pozo, lavar, aclarar y tender. Esto último debajo de un techado y sin puertas... para que el aire circulase a su antojo y la ropa se secase más rápido. Cosas de José. 

Después entró en la casa y fué derecha al cuarto para cambiarse de ropa, se había mojado la que llevaba y no quería coger una pulmonía. 

La ventana estaba semi abierta y no hizo intento de cerrarla. Debido a la orientación del cuarto sería muy raro que alguien pasara y pudiese ver algo. 

Pero se equivocaba...

Don Federico la vio como se quitaba cada prenda y se puso cardíaco con lo visualizado y lo que estaba imaginando. 

Os preguntaréis qué hacía por allí? 

Y os diré que lo hacía de forma habitual y desde hacía un tiempo.
Y pensaba que aquella si era la mujer de sus sueños. 
Autora Verónica O.M. 

jueves, 25 de noviembre de 2021

Otros tiempos capítulo n°14

 Don Federico entró en casa y su mujer al escuchar la puerta al cerrar le llamó.

-Esperaba que vinieras antes, Federico, tengo una sed tremenda. - La mujer tenía tal debilidad que le era imposible levantarse sola de la cama. 

El hombre no dijo nada y cogió la jarra vacía de la mesilla y fué a la cocina. 

Doña Manolita escuchó el agua caer en el recipiente y se relamió los labios. 
Se le antojó que su marido no parecía tener uno de sus mejores días. No la había apenas mirado, no le había acomodado los almohadones, en realidad no había dicho ni pío. 

-Aquí tienes el agua, Manolita, qué pesada te pones algunas veces. 

Ella lo miró con pena y bajó los ojos. Si él supiera las veces que se había lamentado de haberse casado con él... no era tonta y sabía a la perfección que de ella solo le interesó sus bienes materiales. Lo consideraba un patán que se las daba de señor. Pero enferma como estaba y dependiendo totalmente de él, quien era la guapa que abría la boca... 
Verónica O.M. 
Continuará 

sábado, 6 de noviembre de 2021

Otros tiempos capítulo n°13

 José salió del cuartucho habilitado para las herramientas y lo hizo secándose las manos.

Se adelantó a que su patrón lo llamase y conociéndole supuso que aquello le disgustó un poco. Pero no le dió demasiada importancia... ya tenía suficiente con ser un explotado como para preocuparle aquello.

-Hola, Anita. Me pude traer yo la comida.

-Quería traerte el pan recién hecho.

Don Federico los observaba con cierta envidia. Sana? para nada.

Anita se despidió, José entró en el cuartucho a meter la comida en un pequeño frigorífico y a seguir con su trabajo y  el patrón no le quitó la vista de encima en las posaderas al caminar. 
Y su mente calenturienta empezó a fabricar pensamientos obscenos sobre aquella inocente y sencilla mujer.

Ella ni por asomo lo hubiese pensado. Y José? No se fiaba demasiado de él. 
Y sabéis porqué?
porque consideraba de que tenía a su mujer medio abandonada y estando enferma. De doña Manolita solamente le interesó lo que ahora disfrutaba y de haber tenido que emigrar a otro lugar a buscarse la vida... se encontró dueño de unas tierras, una gran casa y un capital sustancioso que los padres de ella y con tanto esfuerzo habían ganado y a posteriori ahorrado.
Verónica O.M. 
Continuará 

lunes, 1 de noviembre de 2021

Otros tiempos capítulo n°12

 Anita se despedía de María con un:
-Muchas gracias María, por escucharme, aconsejarme y ese tarrito de pomada para mis manos.

La mujer le guiñó un ojo y le dijo: - No tienes porqué. Lo hago de buen grado y más siendo tú.

El corazón se le inundó de gratitud ante aquella mujer menuda, inteligente y buena persona.
Cerró la puerta de la pequeña tienda y Amigo se levantó del suelo en el cual había estado esperándola. Llevó su mano derecha a la cabeza y al lomo del perro y lo acarició. - Eres el mejor.

Y echaron a andar hasta llegar a la panadería de Juan, hombre amable por naturaleza.
Amigo nuevamente se quedó en la puerta.
-Buenos días, Juan.
El hombre sonrió y contestó: - Buenos días, Anita, qué va a ser?
-Una barra y un redondo de cantos.

-Aquí tienes.

-Me puedes cortar la barra en dos?

-Claro, faltaría más.. Supongo que es para José.

-Si, ahora me acercaré a lo de don Federico y le llevaré su comida.

-No es mal tío, no, aunque a veces parece va subido a una nube, con la tontería esa de tener una gran casa y tierras, que aunque él no las ha sudado si las ha heredado su mujer. 

Anita sonrió y nada respondió. 
-Apúntalo, Juan, el sábado te pago que José no ha cobrado todavía. 

-No te preocupes, mujer. De mi parte dále recuerdos a José. 

-Se los daré, gracias. 
Salió de la panadería y bajaron la cuesta para llevar la comida a su marido.  
Llegaron y miró por si por allí veía a José. A él no, pero si a su patrón, que mira tú por dónde se había percatado de su presencia. 
-Buenos días don Federico. 

-Buenos días Anita. 

Amigo se había quedado atrás y desde allí don Federico no podía verlo. 
Al perro no le gustaba aquel hombre y si olisqueaba que andaba cerca ni se arrimaba. 
Autora Verónica O.M. 
Continuará