Manuel escuchó la puerta al abrirse, se quedó en su escondrijo muy quietecito, su viuda acababa de entrar como un vendaval y la escuchó despotricar.
-¡Maldito seas Jorge, por haberme hecho perder el tiempo!
Se quitó los zapatos, y muy enfadada los lanzó debajo de la cama, con tan mala suerte para Manuel ya que un tacón se le clavó en la frente y lanzó un exagerado
-¡Ayyy!
A continuación se desnudó, dejó caer todas sus prendas por el suelo dirigiéndose hacia el baño.
-¡Después las recogeré!
Manuel escuchó el chorro del agua caer en la bañera, se la estaba imaginando frotándose su cuerpo desnudo y se sintió muy desgraciado, ya nunca podría tener relaciones sibilinosas con ella (ni con nadie jaja)
Al poco rato el agua dejó de caer, Maite se encaminó hacia la habitación envuelta en una gran toalla. Desde su escondrijo Manuel no se perdía detalle.
La toalla quedó en el suelo, y notó como el cuerpo de ella cayó encima de la cama. El somier, cedió un poco y la misma quedó todavía más baja.
-¡Joder, que me aplastas!
(25 Y FINAL)
A los cinco minutos Maite ya estaba dormida, el espíritu con mucho trabajo salió de debajo de la cama, y creyendo que ella no podría verlo se quedó un rato de pie contemplándola.
La mujer dormía boca arriba, y no llevaba nada encima, el espíritu muy lujurioso pareció calentarse, pero...
-¡Que tonto que soy! no podría ni aunque quisiese.
Y pensando que Maite, no notaría su presencia se acostó a su lado sin atreverse a tocarla.
Sonó el despertador a las ocho de la mañana, Maite paró su alarma, su marido como siempre ni se enteraba. Empezó a zarandearlo un poco.
-¡Manuel, despierta que son las ocho!
El supuesto espíritu se despertó, y no sabía que era lo que estaba pasando.
Allí estaba su mujer gritándole a el. Y se preguntó como aquello era posible si el estaba muerto.
-¡Manuel, levántate que tenemos que ir al ambulatorio!, ¿o es que ya no te acordabas? ¡Vaya nochecita que me has dado! no parabas quieto ni un momento, todo el tiempo dando patadas. Cada vez que tienes que ir al médico para mi es un suplicio, no me dejas ni pegar ojo de lo que te mueves. ¡Anda miedica, levántate que solo te van a sacar una muela! Me voy a la cocina a preparar el desayuno, no te entretengas que tienes hora a las nueve y media, y todavía tienes que desayunar, ducharte, y afeitarte.
La mujer, ya había cogido su larga bata y cubrió su cuerpo desnudo con ella, salió de la habitación no sin antes decirle.
-¡Esta mañana, hay que ver lo raro que estás!
Manuel se levantó corriendo, y se miró en el espejo de una de las puertas del armario, y se asustó, allí estaba el en calzoncillos, y no se acordaba de haberse desnudado, se le puso el vello de punta.
-¡Estoy vivo! -Y se echó a llorar como un niño-
Escuchó a Maite como trajinaba en la cocina, al momento ya la tenía otra vez en la habitación dispuesta a echarle una bronca, el no la miró directamente a los ojos, no quería que ella se diese cuenta que había llorado.
-¡Anda hombre, que vamos a llegar tarde!
-¡Ya voy mujer! voy un momento al lavabo.
Una vez allí, tiró del agua de la cisterna para que no se oyese su llanto, y lloró a lágrima viva, al rato se lavó la cara y salió dispuesto a desayunar, y se dijo algo más tranquilo.
-¡Sin duda, he tenido una pesadilla!
Muchas gracias a quien siguió esta novela.
Deseo os guste y sorprenda.
FIN
Verónica O.M.
Gif animado de internet novela escrita por mi |
Manuel escuchó la puerta al abrirse, se quedó en su escondrijo muy quietecito, su viuda acababa de entrar como un vendaval y la escuchó despotricar.
-¡Maldito seas Jorge, por haberme hecho perder el tiempo!
Se quitó los zapatos, y muy enfadada los lanzó debajo de la cama, con tan mala suerte para Manuel ya que un tacón se le clavó en la frente y lanzó un exagerado
-¡Ayyy!
A continuación se desnudó, dejó caer todas sus prendas por el suelo dirigiéndose hacia el baño.
-¡Después las recogeré!
Manuel escuchó el chorro del agua caer en la bañera, se la estaba imaginando frotándose su cuerpo desnudo y se sintió muy desgraciado, ya nunca podría tener relaciones sibilinosas con ella (ni con nadie jaja)
Al poco rato el agua dejó de caer, Maite se encaminó hacia la habitación envuelta en una gran toalla. Desde su escondrijo Manuel no se perdía detalle.
La toalla quedó en el suelo, y notó como el cuerpo de ella cayó encima de la cama. El somier, cedió un poco y la misma quedó todavía más baja.
-¡Joder, que me aplastas!
(25 Y FINAL)
A los cinco minutos Maite ya estaba dormida, el espíritu con mucho trabajo salió de debajo de la cama, y creyendo que ella no podría verlo se quedó un rato de pie contemplándola.
La mujer dormía boca arriba, y no llevaba nada encima, el espíritu muy lujurioso pareció calentarse, pero...
-¡Que tonto que soy! no podría ni aunque quisiese.
Y pensando que Maite, no notaría su presencia se acostó a su lado sin atreverse a tocarla.
Sonó el despertador a las ocho de la mañana, Maite paró su alarma, su marido como siempre ni se enteraba. Empezó a zarandearlo un poco.
-¡Manuel, despierta que son las ocho!
El supuesto espíritu se despertó, y no sabía que era lo que estaba pasando.
Allí estaba su mujer gritándole a el. Y se preguntó como aquello era posible si el estaba muerto.
-¡Manuel, levántate que tenemos que ir al ambulatorio!, ¿o es que ya no te acordabas? ¡Vaya nochecita que me has dado! no parabas quieto ni un momento, todo el tiempo dando patadas. Cada vez que tienes que ir al médico para mi es un suplicio, no me dejas ni pegar ojo de lo que te mueves. ¡Anda miedica, levántate que solo te van a sacar una muela! Me voy a la cocina a preparar el desayuno, no te entretengas que tienes hora a las nueve y media, y todavía tienes que desayunar, ducharte, y afeitarte.
La mujer, ya había cogido su larga bata y cubrió su cuerpo desnudo con ella, salió de la habitación no sin antes decirle.
-¡Esta mañana, hay que ver lo raro que estás!
Manuel se levantó corriendo, y se miró en el espejo de una de las puertas del armario, y se asustó, allí estaba el en calzoncillos, y no se acordaba de haberse desnudado, se le puso el vello de punta.
-¡Estoy vivo! -Y se echó a llorar como un niño-
Escuchó a Maite como trajinaba en la cocina, al momento ya la tenía otra vez en la habitación dispuesta a echarle una bronca, el no la miró directamente a los ojos, no quería que ella se diese cuenta que había llorado.
-¡Anda hombre, que vamos a llegar tarde!
-¡Ya voy mujer! voy un momento al lavabo.
Una vez allí, tiró del agua de la cisterna para que no se oyese su llanto, y lloró a lágrima viva, al rato se lavó la cara y salió dispuesto a desayunar, y se dijo algo más tranquilo.
-¡Sin duda, he tenido una pesadilla!
Muchas gracias a quien siguió esta novela.
Deseo os guste y sorprenda.
FIN
Verónica O.M.
Un final realmente sorprendente, eres una artista. Creo que ese sueño le va a venir muy bien al matrimonio. Un abrazo
ResponderEliminarPara Ester
EliminarMe alegra te guste y sorprenda, ya os avisaba de que las cosas podían ser diferentes a como podía suponerse eran. Era una pesadilla, y todo lo había fabricado la mente de el.
Un abrazo (gracias por haberla seguido)
¡Ufff!, menos mal, me esperaba cualquier final menos este y, de eso se trata en un relato que se precie de suspense. Enhorabuena, Verónica.
ResponderEliminarBesos de Buenas noches.
Para María Bote
EliminarMuchas gracias, María. Ya sabía que este final os sorprendería.
Besos, muy buena noche
Muy buen desenlace querida Verónica, mi felicitación.
ResponderEliminarNunca me lo hubiera imaginado.
Besos.
Para Pluma Roja
EliminarMuchas gracias, Aída. Ya sabía que te iba a sorprender, yo os advertía.
Besos
Hola Veronica, buenas noches, paso por tu blog, para dejarte un saludo y decirte que voy a tomar un descanso en mi blog, lo necesito. Te dejo un fuerte abrazo, siempre con cariño.
ResponderEliminarLola Barea.
Hasta mi vuelta. Gracias.
Para lola Barea
EliminarLola, muchas gracias por pasarte. Deseo que disfrutes ese descanso (tan merecido)
Besos, y hasta tu vuelta
Ufff, Verónica que final, casi el mejor de todos, el pobre que mal lo estaba pasando. Me ha gustado leer tu novela. Un beso amiga.
ResponderEliminarPara Lola
ResponderEliminarLola, me alegra mucho te guste.
Pobrecillo, creía ser un espíritu, jaja
Besos (gracias)
Hola Veronica, mira que estos dos nos han dado lindos dolores de cabeza, me gustó.
ResponderEliminarMuy buena historia y bien el final.
María
Para María Alfano
EliminarMaría, me alegra mucho te guste. Gracias por seguirla.
Besos, buen domingo
Hay pesadillas que duran después de despertarse.
ResponderEliminarMe ha gustado pero que mucho.
Seguiré visitando tus otros blog.
Saludos, manolo
Para manolo
EliminarManolo, me alegra te haya gustado.
Gracias por tu visita, a este y al blog que gustes.
Saludos, buen domingo
Guauu sorprendente el final si señor, estaba vivo jejje, menuda pesadilla, jejeje,
ResponderEliminarme ha gustado mucho la historia, me has tenido pendiente de ella desde el primer capitulo,
aunque reconozco que aunque te leí no te comenté en todos ellos disculpa : ),
pero este final ha sido muy bueno amiga, gracias por escribir algo tan entretenido y compartirlo, fue un placer leerte.
Besos grandes.