No sabía como José reaccionaría ante la propuesta de doña Manolita. Un ser humano excepcional. Humilde y agradecida por las molestias que le ocasionaba.
No podía entender a su marido déspota e hiriente, para una mujer buena y que no pasaba por sus mejores momentos.
Y sin duda... la vida le daría su merecido.
Y no le cabía duda que a doña Manolita las cosas le cambiarían.
Y cada noche antes de dormir. Rezaba por ella, mentalmente.
—Voy a preparar la cena.
Amigo fué tras ella. Y se acomodó encima de su mantita de color marrón. Esperando a que su madre humana preparase algo sabroso.
Y José no llegó a su hora habitual. Seguro que su patrón tuvo mucho que ver en aquello.
Continuará
Otro día más.
Autora Verónica O.M.