Los días parecían eternos y en realidad pasaban rápidamente.
Le dejó la comida a José y que andaba cerca de la alambrada.
Antes había ido a comprar el pan a la tienda de Juan. Siempre tan atento y que le dió recuerdos para José.
Anita se los dió de su parte y José sonrió.
—Qué tengas un buen día, Anita.
—Tú también.
Y se encaminó a la casa, esperando que el día fuese tranquilo.
Antes de empujar la puerta de entrada, escuchó voces altas y decidió quedarse afuera. Y pudo escuchar como Don Federico se encaraba con su mujer y de forma vergonzante.
—No sé qué te has creído que eres, Manolita? Si solamente sabes dar pena, pero a mi no me la das. Me tienes harto, muy harto.
—Si tan harto estás, vete. Quererme... ni por asomo. Así que cuando gustes, coje tus cosas y no vuelvas. Te recuerdo que todo es mío. Me lo dejaron mis padres.
El hombre la miraba con furia. Sabía que era verdad. Pero no iba a ser tan bobo de perderlo todo.
Cerró la puerta de la habitación de un golpe seco. Y subió las escaleras haciendo demasiado ruido.
Anita decidió entrar y se dirigió al cuarto dónde con anterioridad se sintieron aquellas voces.
—Puedo pasar, doña Manolita?
—Pasa, Anita.
Las mujeres se miraron. Y Doña Manolita con voz sumamente bajita le dijo:
—Después hablamos.
Continuará
Autora Verónica O.M.
Aicht, el tal Federico! Regresa a amargarnos los momentos.
ResponderEliminarLas mujeres deberán hacer equipo para sobrevivir a sus desplantes y malos tratos.
:)
Besos de anís, Vero.
Él cada día más borde 👍
EliminarSi, te anticipo que el camino será ese.
Gracias, Sara.
Besos.
🪶Bonsoir Veronica, magnifique ton texte, je tiens à te remercier du fond du cœur pour tes passages toujours empreints de gentillesse et de lumière, ta présence sur mon espace est comme une douce visite qui embellit les instants et qui apporte chaleur et sincérité, cela me fait toujours grand plaisir de te lire et de ressentir ton amicale bienveillance, que cette journée soit pour toi la plus belle, parée de sérénité et de petits bonheurs qui illuminent le quotidien.
ResponderEliminarMerci , source de bienveillance,
Tes mots sont des éclats qui caressent le silence,
Ton passage est un souffle aux parfums d’harmonie,
Un rayon qui éclaire l’ombre grise des vies.
Ta présence est un havre où se repose l’âme,
Un trésor de clarté qui dissipe les larmes.
Bisous.
©-Régis-F 🪶
⊱⚜ ⎯⎯⎯𖤍⎯⎯⎯⚜ ⊰
Muchas gracias.
EliminarQué bonito comentario.
Besos.
Nos dejas
ResponderEliminaren ascuas.
Este fin de semana publicaré un nuevo capítulo.
EliminarUn saludo.
Federico desvela su rostro perverso. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarSi, no tardó en descubrirse.
EliminarUn abrazo.